Psicología infantill

La Psicología Infantil es una rama de la psicología que se centra en el estudio y tratamiento de los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales de los niños y adolescentes.

Dentro de los propósitos importantes que tiene podemos destacar los siguientes:

1. Promover el Desarrollo Saludable: Ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas adecuadas para su edad.
2. Resolver Problemas de Conducta: Aborda comportamientos desafiantes, rabietas, agresión, dificultades escolares y problemas de relación.
3. Apoyar en Momentos de Cambio: La psicología infantil es útil durante transiciones como el divorcio, la mudanza, la pérdida de un ser querido o el cambio de escuela.
4. Prevenir Problemas Futuros: Al intervenir temprano, se pueden prevenir problemas más graves en la adolescencia y la adultez.

Existen comportamientos que como padres podéis observar en vuestros hijos:

1. Cambios significativos en el comportamiento:
   • Si tu hijo solía ser extrovertido y ahora se muestra retraído o aislado.
   • Irritabilidad extrema o cambios repentinos de humor sin una razón aparente.
2. Dificultades académicas persistentes:
   • Si tu hijo lucha constantemente en la escuela, tiene dificultades para concentrarse o muestra una aversión extrema a asistir a clases.
3. Retrasos en el control de esfínteres:
   • Si tu hijo tiene problemas para controlar la micción o la defecación a una edad en la que se espera que ya haya adquirido esta habilidad.
4. Problemas de sueño frecuentes:
   • Insomnio persistente o pesadillas recurrentes que afectan su calidad de vida.
5. Cambios en los patrones de alimentación:
   • Pérdida o aumento de peso significativos sin una razón médica evidente.
6. Expresiones de preocupaciones constantes:
   • Si tu hijo muestra miedos irracionales o ataques de pánico frecuentes.
7. Dificultades para establecer y mantener relaciones saludables:
   • Si tiene problemas para hacer amigos o mantener relaciones positivas con compañeros.
8. Timidez o retraimiento:
   • Si tu hijo evita situaciones sociales o se muestra excesivamente tímido.
9. Comportamiento agresivo o antisocial:
   • Si muestra agresión física o verbal hacia otros o tiene dificultades para seguir normas sociales básicas.
10. Problemas para regular las emociones:
    • Si tiene dificultades para manejar sus emociones en situaciones sociales o muestra cambios de humor extremos.

No obstante hemos de recordar que cada niño es único, y estos indicadores pueden variar. Si observas alguno de estos comportamientos en tu hijo y estás preocupado, considera buscar la ayuda de un profesional para evaluar y abordar cualquier problema subyacente.